La teoría siempre suena bien
Claro que, pensándolo bien, si no doy todos los abrazos que hay en la recámara, ni digo lo que no
digo y me voy con cierta urgencia es porque entiendo, sé, que no voy sola a
ningún sitio, que soy tres y que por lo tanto no voy a poder prestarte la
atención que mereces ni serás nunca mi prioridad.
Es una manera bastante extraña de castigarme, es probable, o
de protegerme, quien sabe. Porque no sé si voy a poder soportar ver correr a
más gente y antes de que eso ocurra, me hago la interesante y espero a ser
invitada para no pillarme los dedos, para evitar pensar que un no tenga alguna
relación con el hecho de que ahora mismo huelo a merienda de niños, que diría
Virginie.
Y no hablo desde el victimismo barato ni desde el odio más
primitivo, hablo desde la razón y el pragmatismo, desde la lógica y el 2+2. Que
yo sé lo que soy y lo que tengo, que sé que peso, que en ocasiones soy un
coñazo, que a mi alrededor siempre hay ruido y horarios y siestas, que tengo un ex que a veces me desestabiliza
y un largo etcétera…
Creo que deberías saberlo, esto no es lo que parece… Aquí no
hay tiempo para escribir algo como esto sin agonizar de sueño, esto es lo que es y
uno tiene que tenerlos como un oso si quiere subirse al carro, uno tiene que saber que la felicidad es escuchar respirar al otro. Con eso debería bastar, debería servir.
Seas quien seas, te conozca o no, si piensas que no vas a poder, déjalo ahora mismo y busca algo más fácil, algo que puedas digerir. No es necesario que corras, no te pediré que te quedes.
Comentarios
Qué bien leerte por aquí.