Tú a Rivendel y yo a California
... Según lo que yo veo y hasta donde yo sé, intentó usted ser como Jodorowsky pero se quedó en Gollum. Y así está bien la verdad, porque si uno es Gollum, es Gollum. Y debería poner todo su empeño en ello, ser un Gollum lo mejor que se pueda sin pretender ser otra cosa, sin personajes, sin turbiedades, sin engaños. Pero, cuando uno se empeña en disfrazarse de lo que no es, la careta termina por caerse antes de que acabe la fiesta de disfraces. Ya debería haberse dado cuenta de que soy una persona con amor propio y que merezco (y exijo) ser tratada con respeto, y si la única manera que usted tiene de llamar mi atención es darme los buenos días llamándome perrilla, es que se quedó dormido al principio de la película y no se enteró de nada. Querido Gollum, deje de rebuscar en mis miserias para ver si encuentra algo con lo que atacarme y mírese lo suyo, que debe ser agotador buscar las propias debilidades en los demás. Usted no sufra por mí, yo estoy en buenas manos (las mías propias