Trencagels

(Versión en castellano más abajo) 

Al caminet que has fet anant i venint li han  brollat flors. De la nit al matí, aixina, sense més, com broten i desbroten les coses. Les he posat en un gerro en aigua i sal i l'olor m'ha recordat al Passeig de Sant Joan quan lo baixes en bicicleta  fent esses.  Si tanque els ulls puc sentir que estic allí ara, atra volta, descendint a tota velocitat. A l'alçada de Valéncia respire l'aire humit i conte fins deu. Aplegue a la Ciutadella i ahi estàs, pujat en una barca, mirant-me, chiulant una cançó tan rara com este espillisme. La brisa mou els volants del meu vestit i una descàrrega elèctrica me travessa com un fantasma. 
Llavors naveguem llent pel llac artificial, i te conte el dia que me fiu passar per professora d'anglés en un bar d'universitaris, i mos morim de la rialla, i una nau espacial baixa a saludar-mos, i les  constelacions formen un cor en el cel del món, que només nosatres podem vore. Tots els clichés de la modernitat fets carn. 
I en eixe moment apareix Deu, clar, perque es sentir el meu nom i entrar-li ganes de jugar a la ruleta rusa en el seu revòlver. Llavors tot se va, tot desbrota i te me desapareixes com una pompa de sabó. Me quede sola en la barca, el senyor del violí me mira encollint-se de muscles i les flors, les teues flors, suren mortes en l'aigua. 

En este carnistoltes lo pijor no és no saber qui eres, sino no saber qui sóc. Tinc l'armari ple de disfrassos pero lo que yo necessite saber es quin hi ha que posar-se per a que te gires cap a mi i veges la cara b de totes les meues cares.
No vullc ni pensar que fores atre mestre que vinguè a ensenyar-me que als bots de fe li precedixen hosties de fe, no, no vullc estar ahi, pero es difícil, ¿saps?, com esquivar les bales que dispara el d'amunt, i es molt fàcil, ¿saps?, deixar-se engolir pels remolinades de les aigües oscures, en les que mos fiquem les  nadadores roïnes.

Pero sí, hi ha gent que entra i ix de la nostra vida deixant una colecció de bonicos i espantósos recòrts  que si be aniran fent- se difusos en el temps, el solc que deixen després de sí, mos doldrà  sense previ avís com mos dol el genoll quan va a ploure. Aixina funciona açò, fins que un dia tot pareix haver-se somiat i dels camins ya no broten més flores.


       ***


Al caminito que has hecho yendo y viniendo le han  brotado flores. De la noche a la mañana, así, sin más, como brotan y desbrotan las cosas. Las he puesto en un jarrón con agua y sal y el olor me ha recordado al Paseo de San Juan cuando lo bajas en bicicleta  haciendo eses.  Si cierro los ojos puedo sentir que estoy allí ahora. Otra vez. Descendiendo a toda velocidad. A la altura de Valencia respiro el aire húmedo y cuento hasta diez. Llego a la Ciudadela y ahí estás, subido en una barca, mirándome, silbando una canción tan rara como este espejismo. La brisa mueve los volantes de mi vestido y una descarga eléctrica me atraviesa como un fantasma. 
Entonces navegamos lento por el lago artificial, y te cuento el día que me hice pasar por profesora de inglés en un bar de universitarios, y nos morimos de la risa, y un platillo volante baja a saludarnos, y las  constelaciones forma un corazón en el cielo del mundo, que solo nosotros podemos ver. Todos los clichés de la modernidad hechos carne. 
Y en ese momento aparece Dios, claro, porque es oír mi nombre y entrarle ganas de jugar a la ruleta rusa con su revólver. Entonces todo se va, todo desbrota y te me desapareces como una pompa de jabón. Me quedo sola en la barca, el señor del violín me mira encogiéndose de hombros y las flores, tus flores, flotan muertas en el agua. 

En este carnaval lo peor no es no saber quién eres, sino no saber quién soy. Tengo el armario lleno de disfraces pero lo que yo necesito saber es cuál hay que ponerse para que te gires hacia mí y veas la cara b de todas mis caras.
No quiero ni pensar que fuiste otro maestro que vino a enseñarme que a los saltos de fe le preceden hostias de fe, no, no quiero estar ahí, pero es difícil, ¿sabes?, como esquivar las balas que dispara el de arriba, y es muy fácil, ¿sabes?, dejarse tragar por los remolinos de las aguas oscuras en las que nos metemos las malas nadadoras.

Pero sí, hay gente que entra y sale de nuestra vida dejando una colección de bonitos y espantosos recuerdos  que si bien se irán haciendo difusos con el tiempo, el surco que dejan tras de sí, nos dolerá  sin previo aviso como nos duele la rodilla cuando va a llover. Así funciona esto, hasta que un día todo parece haberse soñado y de los caminos ya no broten más flores.










Comentarios

Yol@nda ha dicho que…
Mucha sabiduría en poco párrafo...
H ha dicho que…
Me he puesto un poco intensa, tengo que moderarme.

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